En la persecución de un objetivo no siempre la conclusión es su alcance. Vivirlo mientras se va alcanzando sí es una virtud de quien disfruta con lo que hace.
La orientación al logro, entendida como una competencia es una nítida destreza que no todo el mundo puede afrontar. Alcanzar un objetivo es sinónimo de eficacia, no siempre de eficiencia, lograrlo es algo más, es conseguirlo, disfrutarlo y vivirlo desde el primer minuto hasta el final de su recorrido y además hacerlo en el menor tiempo posible. Así sí se logra la eficiencia.
Ésta es la conjugación exitosa del logro, definir un objetivo, contribuir y ser partícipe para alcanzarlo y reportar tanto personalmente, como al equipo de trabajo, la voluntad del deber cumplido, del trabajo bien hecho.
El logro y su orientación están estrechamente relacionados con la calidad de servicios y productos, con la imagen y la potencia de una organización y con el grado de compromiso que exista entre un equipo de personas que, eso sí, persigan un objetivo común y que, en consecuencia, sean recompensados con el éxito grupal.
El logro, por su parte, es el hábito del esfuerzo, de la superación y de las emociones positivas de afrontar tareas con ilusión, como de si de un reto nuevo se tratase cada día. Aunque éste sea el mismo y lo que se denomina nuevos retos sean etapas parciales que se van superando para llegar a la ansiada meta final, la obtención del resultado.
Es precisamente esto lo que define la unión de cualquier equipo de trabajo, una orientación al logro con emoción y enfoque positivo, una orientación grupal o de equipo que conduzca al cumplimiento del objetivo, logrando un resultado óptimo en calidad y que sea reconocido por terceros en cuanto al excelente resultado obtenido.
Pero el ingrediente esencial, la sal de la vida del logro, es el equipo. Se rompería la cadena del esfuerzo si no existiera un equipo que coopera, coordina y se motiva con cada una de las etapas alcanzadas y que, además, es capaz de corregir la hoja de ruta cuando el objetivo se desvanece y de fortalecer de forma grupal de nuevo la ilusión de su alcance.
No en vano, por tanto, logro, objetivo, resultado y equipo son útiles necesarios para la motivación, orientación y buen hacer de productos y servicios de calidad.
José Ramón Castillo
Director de Nexian Training