La Inteligencia Artificial (IA) es uno de los conceptos de moda. El surgimiento de herramientas como ChatGPT ha reavivado el debate sobre el equilibrio en el mercado laboral entre las personas y la tecnología.
Este tema ha centrado el barómetro de Nexian en el mes de abril, que ha consultado acerca de las repercusiones de la IA en el mercado laboral.
Ocurra lo que ocurra a medio y largo plazo, “si finamente la IA acaba afectando a puestos de trabajo, también se crearán otros. Por eso la clave estará en la cualificación y especialización que permitan a la persona incorporarse en los procesos de programación y mantenimiento de los robots y estas tecnologías”, ha apuntado a Rubén Armenteros, consultor del área digital de Nexian.
Estos son los resultados del barómetro del mes de abril:
El 57,69% de los encuestados cree que la IA transformará al completo el mercado laboral: son mayoría los que apuestan por la alta repercusión de esta tecnología sobre los puestos de trabajo que conocemos.
“El miedo a que los robots ocupen los puestos de trabajo de las personas ha existido desde hace siglos. Serán necesarios unos años para evaluar las verdaderas consecuencias de la IA sobre el empleo, pero, a corto plazo, auguramos que será, en todo caso, un complemento al trabajo de las personas, no un sustitutivo. Sin embargo, serán necesarias varias décadas para evaluar el calado real. De todas formas, no olvidemos que, como humanos, podemos decidir el poder que les otorgamos a las herramientas que promovemos”, ha destacado Armenteros.
El 31,17% de los preguntados cree que solo afectará a algunas profesiones: parece que sustituir a un albañil, un camarero, un arquitecto, un conductor o un limpiador va a ser tarea más compleja para una IA. De ahí que haya perfiles que, por ahora, escapen a esta amenaza.
“Muchas personas se han hecho conscientes del alcance de esta tecnología con la aparición de ChatGPT, que afecta directamente a trabajos relacionados con la educación, la producción de contenidos o de imágenes, entre otros. Sin embargo, la IA tiene muchas otras aplicaciones que se han ido desarrollando durante años en campos como la medicina, la seguridad o la biotecnología” ha subrayado el consultor del área digital de Nexian.
Asimismo, ha apuntado que la tecnología “no tiene que incorporarse para sustituir a las personas, sino que puede hacerlo para complementar su trabajo, estudiando datos para optimizarlo o proponiendo fórmulas para hacerlo más eficiente”.
El 5,14% opina que el impacto de la IA será limitado: a lo largo de las últimas décadas hemos visto muchas tecnologías que se denominaban revolucionarias y que finalmente han quedado en nada. Por eso, cada vez son más los escépticos ante cualquier disrupción tecnológica.
“La Inteligencia Artificial lleva años desarrollándose con diferentes aportaciones a distintos campos estratégicos, por lo que no será otra de esas tecnologías que mueren sin haber terminado de despegar. Sin embargo, está por ver si, finalmente, acaba sustituyendo a las personas”, ha apostillado Armenteros.
En todo caso, “nos permitimos apuntar hacia la formación en competencias digitales y materias de actualidad para poder subirnos al cambio de la IA y no vernos arrollados por él. “, ha concluido.