Un cambio de empleo siempre supone un reto, pero también un riesgo, sobre todo, cuando partimos de un puesto con cierta estabilidad. Por eso, cuando abandonamos una empresa, cabe la posibilidad de que, finalmente, el cambio no sea cómo esperábamos.
Esta variable ha centrado el barómetro de RRHH de Nexian del mes de septiembre, que ha planteado la siguiente cuestión: ¿Cómo actuar cuando el candidato tiene la certeza de que el cambio no ha respondido a las expectativas?
Lo más importante, señala la directora de Digital&People de Nexian, Alana Rincón, es no tenerle miedo al fracaso, ni antes del cambio ni después. “Fracasar debe formar parte de nuestro proceso de aprendizaje y desarrollo profesional, descubriendo nuestros puntos fuertes y débiles y focalizando los aspectos a valorar en las empresas receptoras”.
Una vez superado lo relativo al ámbito psicológico, los candidatos han de tomar una decisión cuya dirección ha sido reflejada en los resultados del barómetro:
El 66,67% de los encuestados comenzaría una nueva búsqueda: Una vez asumido que el cambio no ha sido lo esperado, estos candidatos optarían por volver al punto de partida y buscar una nueva oportunidad laboral que pueda llegar a buen puerto.
“No es momento de lamentarse, pensar en lo que podría haber sido o en el fracaso del cambio, sino que debemos mirar al futuro con optimismo, apostando por nosotros mismos y confiando en nuestra capacidad para desarrollar nuestra trayectoria profesional en otros lugares”, asegura Rincón.
El 18,22% de los participantes continuarían dándole una oportunidad al puesto: Puede que, inicialmente, las expectativas no se vean satisfechas por alguna de las dos partes, pero, en ocasiones, el tiempo acaba poniendo cada cosa en su sitio.
Darnos unas semanas de margen puede ayudarnos a sentirnos más cómodos en los procedimientos de la empresa integrándonos más fácilmente en la rutina, equipos y recorrido de la compañía. “Es normal que un candidato se sienta fuera de lugar, poco informado o perdido en sus primeros días en la empresa, pero debe darse tiempo a sí mismo y a la empresa para amoldarse unos a otros”.
El 12,88% trasladaría sus impresiones a su responsable: la mayor parte de las diferencias tras estrenar nueva etapa laboral provienen de expectativas no satisfechas. Por eso, comentar tus primeras impresiones con el responsable puede ayudarte a acercar posturas y a reconducir la situación de forma favorable para ti. “Una actitud sincera y transparente será provechosa para el candidato, que podría ver resuelta su incomodidad, y también para la empresa, que le ayudará a traer de vuelta a un candidato que, de otro modo, perdería en poco tiempo”, ha apuntado la directora de Digital&People.
Por último, el 2,23% de los preguntados trataría de reincorporarse a su empresa anterior: Estos profesionales se conocen como “empleados bumerán”, haciendo referencia a que se alejaron de la compañía en el pasado, pero ahora regresan buscando una segunda oportunidad. Es una práctica que dista de ser habitual pero la tendencia apunta a que cada vez se hacen más recontrataciones, concluye.
Con todo, los expertos de Nexian señalan que un alto porcentaje de las renuncias o abandonos que se producen durante los primeros meses de un trabajador en el puesto de trabajo podrían evitarse con un periodo de onboarding trabajado y adaptado al puesto y a la persona. “Los procesos de presentación, formación inicial y acompañamiento durante los primeros días son clave para que el empleado recién llegado se sienta valorado e integrado, asegurando al máximo la inversión realizada en selección del personal”, ha subrayado.
Ese proceso de onboarding es una de las claves del método Select&Talent de Nexian, que facilita a las organizaciones la incorporación del talento más adecuado desarrollando selecciones integrales y completamente adatadas a las necesidades de la empresa.