En la actualidad, es cada vez menos habitual que los trabajadores tan solo pasen por una empresa a lo largo de su vida. El progreso laboral es fundamental y, por eso, cambiar de empresa varias veces se ha convertido en herramienta clave.
En la carrera laboral de una persona se establecen dos etapas fundamentales: antes y después de los 30 años.
Antes de los 30
Cada vez está más complicado, pero, si es posible, es muy útil comenzar la andadura laboral en una empresa que te permita un progreso y elaborar una carrera profesional.
Una de las barreras con la que se suelen topar los jóvenes al buscar empleo es la necesidad de experiencia. Por eso, es importante permanecer en tu empleo, siempre que las condiciones lo permitan durante, al menos, dos años. Éste es el tiempo suficiente para conocer a fondo la dinámica, tareas, herramientas… de una empresa.
Además, permanecer en un puesto dos años también sirve para crear una identidad profesional que te caracterice.
La formación es fundamental y no debemos retomarla a los 30. Formación continua, renovación de habilidades y conocimientos reciclados son fundamentales para completar la experiencia laboral.
Antes de los 30 es también la edad de viajar y aceptar proyectos en el extranjero. Se trata de una gran oportunidad de mejorar enormemente nuestra experiencia laboral y de revalorizar nuestro CV. Puede ser, además, un buen momento para aprender un idioma
Por último, como se ha mencionado, los primeros años de experiencia son fundamentales para crearnos una identidad profesional. Sin embargo, si deseamos dar un giro a nuestra carrera, lo recomendable es hacerlo también antes de los 30 por ser menos traumático.
Después de los 30
Una vez superada la barrera de los 30 años, es probable que lleves ya 10 años de carrera laboral, seguramente haciendo algo que te gusta. Si estás pensando en renovarte, estás ante el momento perfecto. Para renovarte, quizás prefieras probar en otros sectores u otras áreas de tu empresa.
Si antes de los 30 era recomendable salir del país para aprender idiomas, hacerlo ahora será la práctica definitiva para catapultar tu carrera. Es la hora de tomar una visión más global del negocio, y viviendo fuera te lo garantiza.
Se suele decir que la cúspide de la carrera profesional se sitúa en los 45 años. Por eso, en torno a esa edad debemos pensar más en nosotros mismos. A esta edad estamos en condiciones de visualizar cuales son los derroteros que más nos beneficiarán para garantizarnos un futuro lo más estable posible.