Se calcula que unas 160 empresas y más de 3.000 trabajadores en España comenzarán el 2022 con un gran cambio en su jornada laboral, pasando a contar con semanas de 4 días laborales, uno menos de lo que estamos acostumbrados.
Hacer este cambio extensible a todo el tejido empresarial del país será complejo y, siendo optimistas, llevará mucho tiempo y, en algunos casos, no será posible. No obstante, es necesario tomar distancia y ver la trascendencia para el mercado laboral que tienen cambios como este.
En una era en la que la presencialidad ya ha quedado cuestionada, dando paso a modelos híbridos y más flexibles, los avances en materia de productividad y satisfacción del empleado continúan a buen ritmo, apostando por un modelo rompedor que ya triunfa en otros países del mundo.
En este punto, se destaca que hace solo dos años la presencialidad era una cualidad intrínseca de gran parte de los puestos de trabajo, dando paso en este corto espacio temporal a una filosofía empresarial más orientada hacia la flexibilidad y adaptación que, poco a poco, se irá abriendo a costumbres novedosas.
Por tanto, se está poniendo el foco no en el porcentaje de empresas que lo están implementando o poniéndolo en marcha que, efectivamente, es todavía bajo, sino en lo que representa a nivel global para el mercado laboral que, hasta hace apenas una década, aún identificaba productividad con entrar y salir de noche de las oficinas.
Todos estos cambios forman parte de lo que muchos denominan la transformación de los recursos humanos, una revolución que está reorientando los paradigmas relacionados con la gestión de personas y entornos laborales.
Sin embargo, hemos de ser realistas, el tejido empresarial español se adapta a diferentes ritmos a estos cambios progresistas. Es por ello que, desde los departamentos y compañías de RRHH, es necesario hacer una labor de concienciación y acompañamiento hacia un modelo más eficiente y que beneficia tanto al trabajador como a la compañía, armonizando conceptos como productividad, competitividad, marca empleadora o sentimiento de pertenencia.