La
situación excepcional que vivimos en la actualidad y el confinamiento
han sido el impulso definitivo y obligado para el teletrabajo, una
práctica que, hasta hace un mes, tan solo habían adoptado el 27% de las
empresas y el 7,5% de los trabajadores.
Ahora que estos porcentajes se han incrementado exponencialmente y que el teletrabajo ya es una realidad. Hay algunos consejos a seguir por las empresa para que su equipo de teletrabajadores funcione con éxito:
Eliminar la vigilancia y apostar por la confianza en el trabajador: “El teletrabajo se mide en función de objetivos y resultados”, explican en Nexian. “En el teletrabajo, es el trabajador el que organiza sus tiempos y horarios para cumplir con los deadlines que le han sido impuestos y no entorpecer así el desarrollo de ningún proyecto en el que esté involucrado”.
Establecer pautas de trabajo: Si bien en esta fórmula es el trabajador quien decide cómo organizar sus tiempos, sí es cierto que la persona que lo lidere, quien sea su responsable en el escalafón de la empresa, ha de dejar muy claro cuáles son las prioridades y por qué proyecto o proyectos hay que empezar.
Fomentar las relaciones entre compañeros. “Siempre y cuando se pueda, es aconsejable realizar reuniones telemáticas periódicas, con el fin de desarrollar relaciones laborales y humanas entre compañeros”, defienden desde la empresa de RRHH Nexian.
Fijar los canales de comunicación: el experto de Nexian, advierte que “el éxito de un equipo donde se apuesta por el teletrabajo reside en que la comunicación fluya”. De ahí que recomiende hacer uso de la tecnología y de su instantaneidad para que las necesidades de unos y otros puedan obtener respuesta en el menor tiempo posible.
“El Messenger o el WhatsApp, entre muchas otras plataformas, permiten que todos los miembros de un equipo, independientemente de donde se encuentren físicamente, estén conectados en tiempo real”, sostienen en Nexian.
Usar herramientas accesibles para todos: Es importante contar con herramientas a las que todos tengan acceso de manera que, aunque no compartan espacio de trabajo, todos sepan qué están haciendo los demás, a quién preguntar según qué cosa, y a quién se le puede echar una mano en caso de que lo pida.