La necesidad de conciliar vida personal y profesional y el ahorro
de costes, tanto en tiempo como en desplazamientos y por tanto en dinero,
han hecho que el teletrabajo sea una alternativa por la que cada vez
apuestan más empresas y trabajadores en España.
Una alternativa que en nuestro país ofrece el 27% de las empresas y
abraza el 7,5% de los trabajadores. Cifras que según revela el Instituto
Nacional de Estadística (INE) están todavía muy por detrás de la media
europea. En nuestros vecinos del Viejo Continente, las empresas que
apuestan por el teletrabajo representan, de media, un 35%, y entre un 10 y un
20% los profesionales con home office.
Pese a esa diferencia, Nexian, la primera red nacional de agencias de
Recursos Humanos con servicios y soluciones para todo tipo de empresas y
organizaciones, indica que la tendencia es que el teletrabajo siga ganando
adeptos en España y cada vez sean más los profesionales que lo practiquen y
las compañías que lo propongan.
De ahí que -alerta- sea necesario establecer un plan de acción
que permita liderar con éxito un equipo de profesionales en el que el
teletrabajo esté presente para algunos e incluso todos sus miembros.
Perfil del teletrabajador
Un éxito que, según advierten los expertos de Nexian, depende de
“empezar a construir la casa no precisamente por el tejado. Cuando hacemos un proceso
de selección de un profesional que va a teletrabajar debemos evaluar si esa
persona cuenta con una actitud proactiva y colaborativa”, sostiene.
No solo eso. “A la hora de elegir un profesional que va a teletrabajar
es fundamental optar por alguien que sea disciplinado, logre
automotivarse, sea responsable y tenga las habilidades informáticas
necesarias para que el desempeño de sus funciones no se altere por una falta de
conocimiento tecnológico”, puntualizan desde la compañía.
Una vez hecha esa selección también se han de aplicar algunos factores
de los que dependerá la buena productividad y el buen entendimiento de
todos los profesionales a quienes se vaya a gestionar. Esos factores son los
siguientes:
- Eliminar la vigilancia y apostar por la confianza en el trabajador: “El teletrabajo no se mide por horarios ni por presencialismo. Se
mide en función de objetivos y resultados”, explican en Nexian. “En el
teletrabajo, es el trabajador el que organiza sus tiempos y horarios para
cumplir con los deadlines que le han sido impuestos y no
entorpecer así el desarrollo de ningún proyecto en el que esté involucrado”.
- Establecer pautas de trabajo: Si bien en esta fórmula es el trabajador quien decide cómo organizar
sus tiempos, sí es cierto que la persona que lo lidere, quien sea su
responsable en el escalafón de la empresa, ha de dejar muy claro cuáles
son las prioridades y por qué proyecto o proyectos hay que empezar.
- Fomentar las relaciones entre compañeros. “Siempre y cuando se pueda es aconsejable que
aquéllos que teletrabajan acudan a reuniones periódicas a su empresa,
con el fin de desarrollar relaciones laborales y humanas con sus colegas
más cercanas de lo que la tecnología permite”, defienden desde la empresa de
RRHH Nexian. “Se trata de que nadie se sienta aislado por el simple
hecho de no trabajar en una oficina”, afirman.
- Fijar los canales de comunicación: este experto de Nexian, advierte que “el éxito de un equipo donde se
apuesta por el teletrabajo reside en que la comunicación fluya”. De ahí
que recomiende hacer uso de la tecnología y de su instantaneidad para
que las necesidades de unos y otros puedan obtener respuesta en el menor tiempo
posible. “El Messenger o el WhatsApp, entre muchas otras plataformas, permiten
que todos los miembros de un equipo, independientemente de donde se encuentren
físicamente, estén conectados en tiempo real”, sostienen en Nexian.
- Usar herramientas accesibles para todos: Cuando en un equipo hay miembros con home office se impone
contar con herramientas a las que todos tengan acceso de manera que, aunque no
compartan espacio de trabajo, todos sepan qué están haciendo los demás,
a quién preguntar según qué cosa y a quién se le puede echar una mano en caso
de que lo pida.
Todo lo anterior indica que, pese a que el teletrabajo es una fórmula
que ayuda a mejorar la conciliación y aumentar la satisfacción de los
trabajadores, ni todos los empleados valen para hacerlo ni todo vale en esa
ecuación. “Se trata de confiar, sí, pero también de determinar quién puede
y quién no puede hacerlo. Y una vez que eso está claro, trabajar para que la
fórmula funcione para todos: para los que van a la oficina y para los que
trabajan a distancia”, concluyen desde Nexian.