Bien sea por ahorrar costes o por economizar en tiempo, algunas empresas recurren a la entrevista de trabajo a distancia, a través del teléfono o webcam. Se trata de un fase inicial del proceso de contratación, a la que con toda seguridad le seguirá una entrevista personal si se supera esta primera toma de contacto.
Aunque enfrentarse a tu posible empleador a través de una video-conversación en Internet sea poco usual, no por ello será una conversación informal. Por eso debes enfrentarte a la entrevista igualmente preparado, como si fuera en persona. Eso implica hablar sobre los puntos fuertes y débiles, su experiencia previa, conocer bien a la empresa en la que se está intentando entrar.
-Profesionalidad en las cuentas: Puede que la cuenta en Skype o el servicio de llamada online que se va a utilizar se creara hace tiempo y no se sea consciente de muchas de las informaciones que muestra al resto de contactos, así que es conveniente comprobar que el nombre de usuario sea profesional o, cuanto menos, serio. Contactar con papito_21 o foxylady*1989 va a predisponer, de seguro, al seleccionador.
También hay que controlar la imagen o la frase que aparece en el perfil cuando no se está conectado. En realidad crear una cuenta nueva para este uso específico no llevará másde cinco minutos y evitará sorpresas embarazosas.
-Ruidos y fondos: Además de eliminar niños, mascotas y cualquier fuente de ruido o distracción de la habitación y del entorno en el que se va a producir la conversación, es importante fijarse en algo que no se pensaría en otro tipo de entrevista: lo que la cámara va a mostrar de fondo. Hay que elegir un lugar concreto y hacer una prueba para comprobar qué es lo que el entrevistador va a visionar.
-Vestimenta: Vestir tal y como se acudiría a un encuentro en una oficina, aunque el contacto visual sea virtual, es una obligación evidente -al menos de cintura para arriba-. Más allá de la elección obvia de colores en este tipo de casos, conviene recordar que las rayas y algunos estampados no son amigos de las cámaras, aunque sea en tonos negros o considerados serios.
-Manías al teléfono: Todos tenemos algún latiguillo o expresión recurrente que usamos al hablar por teléfono. Ensayar e incluso grabar una falsa entrevista para después escucharse a uno mismo ayuda a darse cuenta de esas expresiones nocivas y a aprender a hablar de un modo más pausado y conciso de lo que se suele hacer con personas de confianza.
-Documentación: Una de las ventajas del teléfono es el de la libertad para tomar notas, así que se recomienda tener papel y bolígrafo a mano. También permite tener el curriculum y otras anotaciones siempre a la vista y la posibilidad de echarles un vistazo tantas veces como se desee sin miedo a causar una mala impresión.
-Formas: No se debe aprovechar la invisibilidad para comer o fumar, aunque un vaso de agua cerca no está de más. Y, si realmente el candidato se siente más cómodo afrontando este trámite en pijama, nadie le impide hacerlo.