El aliento tomado en verano, el hartazgo de todo el año… son muchas las razones que han convertido a septiembre en uno de los meses que más cambios de trabajo acumulan.
Por eso, gran cantidad de profesionales se plantean afrontar el último trimestre del año desde una nueva perspectiva laboral. Aunque no son tantos quienes finalmente llevan a cabo el cambio, es necesario tomar en cuenta algunas consideraciones antes de dar el salto.
¿Será una decisión acertada? Suele ser una de las preguntas más habituales y, por eso, los expertos de Nexian dan algunas recomendaciones para tener en cuenta en la maduración de la decisión:
Cuál es la verdadera razón por la que cambias: mayor salario, síndrome de trabajador quemado, ascenso en la trayectoria, empresa con mejor reputación…debemos conocer y valorar cuál es la razón exacta que nos lleva a querer abandonar la empresa y, una vez identificada, plantearnos si efectivamente va a mejorar en la nueva empresa. Por ejemplo, si es una empresa de gran reputación, pero con peor horario o más alejada de nuestro hogar.
La manera más efectiva es pensar en los pros y contras de la empresa actual y la nueva y ver cuál nos compensa más.
¿Es una racha o una constante?: un trabajador pasa por diferentes fases dentro de un año laboral y es necesario no precipitarse y valorar si, efectivamente, ese cierto malestar es fruto del final de las vacaciones, de un proyecto o persona concretos o viene prolongándose a lo largo de los meses.
Cambio por la salud mental: El trabajo puede ser una de las principales causas de estrés y, en ocasiones, la salud mental es la clave del cambio. Pero, lo cierto, es que es difícil saber a ciencia cierta cómo va a ser la situación en la nueva organización. No obstante, si actualmente se trata de algo insostenible es posible que los nuevos aires aporten calma y tranquilidad.
Revisa tus objetivos: si el nuevo empleo te acerca más a tus objetivos vitales, quizás sea recomendable dar el salto. En ocasiones, debemos ver más allá del día a día, la relación con los compañeros o la cercanía, planteándonos dónde estamos y dónde queremos llegar, decidiendo en consecuencia.
Con todo, es cierto que los retos laborales pueden darle un nuevo aire a nuestra trayectoria laboral y que pueden reportarnos nuevas experiencias, personas y proyectos.