La tasa media de éxito de los proyectos empresariales que emplean la metodología Agile ronda el 65%. Esta es la conclusión a la que han llegado los expertos en recursos humanos de la compañía Nexian, tras analizar el cambio de velocidad y eficiencia introducido en los proyectos que han empleado este sistema de trabajo.
En un mundo empresarial cada vez más volátil y competitivo, las empresas se enfrentan a la creciente necesidad de adaptarse rápidamente a los cambios y mejorar sus resultados continuamente. “Es aquí donde la metodología Agile está emergiendo como una solución efectiva” afirma Laura Gisler, directora de Formación y Área Digital de la compañía de RRHH Nexian. De ahí que la industria del software, de la gestión de proyectos, del marketing, y hasta el sector financiero, estén valorando cada día más este sistema de trabajo a la hora de mantener su competitividad en un entorno empresarial en constante evolución.
Qué es la Metodología Agile:
Pero, ¿qué es la metodología Agile? “Por resumir, afirma Gisler, podemos decir que Agile es una metodología que promueve la generación de resultados, fomentando la colaboración, la adaptabilidad y la mejora continua. Su objetivo principal es satisfacer las necesidades del cliente de manera efectiva en un entorno empresarial dinámico”.
A diferencia de las metodologías tradicionales de gestión de proyectos, bajo el modelo Agile, el trabajo se organiza en ciclos cortos llamados iteraciones o sprints, generalmente de una a cuatro semanas de duración. En cada iteración, el equipo se enfoca en entregar una parte del producto o servicio final que pueda ser utilizada y evaluada por el cliente. “Esto permite obtener una retroalimentación temprana y ajustar el enfoque en función de las necesidades y expectativas cambiantes del cliente” añade Gisler.
Con el objetivo de mostrar más claramente cómo abordar este sistema de trabajo, la compañía de RRHH Nexian ha analizado sus beneficios, y su impacto en los resultados empresariales, y estos son los más llamativos:
Adaptabilidad y flexibilidad: Bajo este modelo de trabajo, los equipos trabajan de manera colaborativa y se organizan de forma autónoma. En lugar de jerarquías rígidas, se fomenta la toma de decisiones descentralizada y la participación activa de todos los miembros del equipo. La comunicación constante y efectiva es fundamental, tanto dentro del equipo como con los clientes y las partes interesadas.
Colaboración y fortalecimiento: Otro aspecto fundamental de Agile es su enfoque en la colaboración y el fortalecimiento del equipo. Al fomentar la comunicación y el trabajo conjunto, Agile impulsa la creatividad, la innovación y la resolución de problemas conjunta. Esto permite que los equipos adopten una mayor autonomía y tomen decisiones descentralizadas, lo que a su vez mejora la eficiencia y la calidad del trabajo.
Enfoque centrado en el cliente: Agile pone al cliente en el centro del proceso de desarrollo. La retroalimentación continua y la interacción directa con los usuarios finales permiten a las empresas comprender mejor las necesidades y expectativas del cliente. “Según un informe de McKinsey, afirma Laura Gisler, estas empresas superaron a sus competidores en la satisfacción del cliente en un 35%”. Al entregar incrementos funcionales de valor en cada iteración, Agile garantiza que el producto final se ajuste a las demandas cambiantes del mercado y proporcione una experiencia superior al cliente.
Entrega continua de valor: En lugar de esperar a que un producto esté 100% terminado para lanzarlo, el método Agile se basa en trabajar en ciclos cortos y frecuentes. De esta forma, las empresas pueden ir mejorando las características y funcionalidades de un producto de manera regular, manteniéndose por delante de la competencia y generando un flujo constante de valor para los clientes.
Mejora continua y resultados empresariales: En definitiva, concluye la experta en metodología Agile en Nexian, “este sistema de trabajo promueve una cultura de mejora continua a través de la revisión y adaptación constante”.
“Con el apoyo de expertos en Agile, las empresas pueden aprovechar al máximo esta metodología y alcanzar nuevos niveles de excelencia y competitividad en sus respectivas industrias. Desde Nexian ayudamos a las empresas a definir su estrategia particular y a acompañar a la alta dirección a impulsar este cambio cultural en su empresa. Para ello es necesario implicar a los empleados en el cambio de rol que les asigna el nuevo organigrama, sentando las bases para superar los desafíos del futuro”, concluye Laura Gisler.